Con la llegada del buen tiempo, cada vez nos apetece más disfrutar del día al aire libre, y donde mejor que en nuestro jardín.
Y si además, lo tenemos ambientado con unas hermosas flores, el ambiente se vuelve más apetecible.
Más horas de sol, más altas temperaturas, más flores, más luz, más vida. Los almendros blancos, los cerezos rojos y los prunos carmesí. Llenos de flor son alimento tentador para toda una plétora de insectos que revolotearán a nuestro alrededor que a veces amenizan nuestra mirada y otras amenazan nuestra piel.
Si hemos podado convenientemente nuestros árboles en el invierno ahora crecerán con más fuerza. Recuperarán su frondaje y todo su color.
Un color que no habremos perdido en nuestro suelo si tenemos en nuestro jardín césped artificial Albergrass, siempre verde, siempre igual.
Si tienes césped artificial ahora que llega la primavera necesita el mismo mantenimiento que en invierno o en verano: casi ninguno… Cepíllalo de vez en cuando para que se mantenga vistoso y rocíalo con agua un poco, con una frecuencia quincenal. Pero no para que crezca, tranquilo que como no crece no lo tendrás que cortar nunca. Sólo se moja un poquito para quitar el polvo y que su color sea más auténtico.
Por eso, como el césped artificial no te va a dar ningún trabajo puedes concentrarte en plantar las mejores plantas y flores de primavera. Incluso pensando en el verano es buena época para pensar en las margaritas o en las rosas, flor típica que ofrece variedad cromática: desde las rosas azules pasando por las más clásicas blancas y amarillas. Otras variedades indicadas en esta época son las petunias, los geranios, las violetas, los pensamientos y los elegantes claveles. Todo un festival de color para alegrar aún más el siempre reluciente verde de tu césped Albergrass.
